Se estima que más de 36 mil personas en Puerto Rico han sufrido algún tipo de violencia física por parte de una pareja. (BRFSS, 2023)
92%
de los casos vistos en salas de emergencia en el 2024 tenían querella. (Sistema de Vigilancia de Casos de Violencia Sexual y Doméstica Atendidos en Salas de Emergencia en Puerto Rico, 2024)
54.5%
de los ofensores de violencia sexual en el 2024 eran familiares de la víctima . (Oficina de Estadísticas del NPPR, 2024)
78%
de los casos de violencia sexual reportados en Puerto Rico en el 2024 fueron reportados por mujeres. (Oficina de Estadísticas NPPR, 2024)
6,154
llamadas a la Línea de Ayuda del CAVV en el año fiscal 2022-2023 (CAVV, 2024)
El tipo de violencia doméstica más reportado en el año 2023 fue maltrato físico (53% n=7,839) (Negociado de la Policía de PR)
73%
de las personas ofensoras de violencia doméstica en el año 2023 se encontraba en el grupo etario de 20 a 44 años (n=7,629) (Negociado de la Policía de PR)
74%
de las víctimas de violencia doméstica en el año 2023 se encontraban en el grupo etario de 20 a 44 años (n=7,635) (Negociado de la Policía de PR)
82%
de las víctimas de violencia doméstica en el año 2023 fueron mujeres (n=7,635) (Negociado de la Policía de PR)
7,638
incidentes de violencia doméstica reportados en el año 2023 (Negociado de la Policía de PR)
Históricamente las mujeres han ganado menos dinero que los hombres por el mismo trabajo, y han ocupado los empleos peor remunerados y más precarios. En ocasiones, las mujeres han tenido que permanecer en relaciones de abuso por no ser autosuficientes económicamente.
El empoderamiento económico de las mujeres constituye una vía para que éstas identifiquen mecanismos y estrategias para aumentar su acceso a oportunidades de empleo (autónomo o bajo algún organismo) digno, de calidad, y con ingresos equitativos entre hombres y mujeres.
El empoderamiento económico de las mujeres posibilitaría la reducción de inequidad económica existente entre los hombres y las mujeres y les permitiría mayor poder adquisitivo y la posibilidad de que abandonar una relación de abuso no se vea obstaculizada por el aspecto monetario.